La muerte súbita viene definida por una parada cardíaca repentina, generalmente en una persona que se encuentra sana y en buen estado de salud. Existe una definición más técnica formulada por las autoridades médicas: «se trata del fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas o el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana que vive sola y se encontraba bien en un plazo de 24 horas previas».
Entre los deportistas de alto nivel se estima que cada año mueren entre 100 y 120 personas por esta causa. Si la persona a la que le ocurre esto no recibe atención médica de forma urgente, que fallece de forma repentina. En este artículo se van a estudiar las diferentes causas, síntomas y formas de prevención.
Causas de la muerte súbita
El número de muertes súbitas en España se sitúa entre 15.000 y 20.000 personas anualmente —esta cifra incluye a personas de cualquier rango de edad—. Existe una causa principal por la que se origina, sin embargo, hay otras muchas que la pueden causar y que se detallan a continuación:
- Arritmia cardíaca. La fibrilación ventricular hace que el corazón pierda la capacidad de contraerse de forma organizada y deje de latir. La víctima pierde primero el pulso y, después, el conocimiento y la capacidad de respirar.
- Enfermedades cardíacas del corazón. Sufrir miocardiopatías —como la miocardiopatía hipertrófica— puede dar lugar a una arritmia cardíaca y derivar en una muerte súbita.
- Problemas en la actividad eléctrica del corazón. Entre ellas se encuentran las canalopatías o el síndrome de QT largo. Cabe hacer especial mención al síndrome de Brugada. Se trata de una enfermedad hereditaria ocasionada por una mutación genética y que es más grave entre los hombres. La detección precoz mediante un electrocardiograma es imprescindible para detectar la anomalía. Esto es especialmente importante para deportistas, ya que al practicar una actividad física se libera adrenalina, que puede ser precursor de un problema cardíaco.
Síntomas de la muerte súbita
Para detectar si lo que está sufriendo la persona es una muerte súbita es necesario prestar atención a ciertos indicadores dependiendo de la edad. La muerte súbita en adultos consiste en la presentación brusca de una pérdida del conocimiento, con dificultad para la respiración y en la que la persona no responde a ningún estímulo. Puede tener los ojos abiertos o cerrados y la piel pierde rápidamente el color, pasando de un tono rosáceo a más bien azul y violeta.
Cuando se es joven los síntomas se manifiestan como pérdidas del conocimiento mientras se practica ejercicio, así como sensaciones de mareo o de dolor en el pecho sin ninguna causa aparente. La muerte súbita en el deporte se sitúa como principal causa de muerte súbita entre los jóvenes.
La edad más frecuente para sufrir una muerte súbita y fallecer se sitúa en la mediana edad
—en torno a los 55 años— y es especialmente frecuente en el caso de los hombres, debido, principalmente, a problemas coronarios, que fumen, que tengan sobrepeso y que no practiquen ejercicio. El hecho de que en los últimos años el número de muertes súbitas haya aumentado en el país supone una preocupación para las autoridades.
Diferencia entre muerte súbita e infarto
La muerte súbita y el infarto no son lo mismo, a pesar de que en muchas ocasiones se utilicen ambos términos indistintamente. La principal diferencia radica en el porqué se para el músculo cardíaco. En el caso de un infarto de miocardio, esto ocurre porque hay una obstrucción en una o más arterias coronarias, lo que impide que el corazón reciba sangre rica en oxígeno. Por otro lado, la muerte súbita se origina por la incapacidad del corazón de lanzar impulsos eléctricos por todo el cuerpo. Asimismo, los síntomas también son diferentes, ya que un infarto de miocardio va asociado a dolores agudos que persisten durante horas y sudoración, además de que no va acompañado de una pérdida repentina del conocimiento.
Tratamiento y prevención de la muerte súbita
El único tratamiento efectivo aplicable para casos en los que alguien sufre una muerte súbita es la desfibrilación precoz, que consiste en una descarga eléctrica en el corazón mediante el uso de palas. De esta manera, se reactiva la actividad del corazón, evitando así el fallecimiento. En su defecto, debe iniciarse el masaje cardíaco o cardiopulmonar.
Para evitar la muerte súbita como modo de prevención, se encontrarían diversas medidas. La primera es mantener una vida saludable —no fumar, controlar el tipo de alimentación y hacer ejercicio físico regularmente y sin excesos—, de este modo se pueden detectar anomalías que podrían acabar derivando en una muerte súbita. Asimismo, realizar chequeos médicos rutinarios como electrocardiogramas o ecocardiogramas es vital para detectar cualquier tipo de problema que puede desencadenar en una muerte súbita.
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